Por más que el capitalismo induzca a la competitividad despiadada, la desmesura, el crecimiento ilimitado, la explotación miope de la naturaleza, la privatización de todos los bienes… la renuncia al conjunto del sistema nos abocaría a la catástrofe. Se pueden utilizar las herramientas del sistema, en especial el mercado y la moneda, con otra lógica. No hay que evitar el mercado, sino corregirlo dónde falle.
- El cambio climático, por ejemplo, es un fallo del mercado: no se pagan los costes que genera el uso de hidrocarburos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario